Wegovy, Mounjaro… ¿Son los medicamentos contra la obesidad “milagrosos” o peligrosos?

Los medicamentos "milagrosos" contra la obesidad, Wegovy y Mounjaro, pueden ser recetados por médicos generales y, por lo tanto, reembolsados. Fabrice Delaye, periodista suizo y autor de un libro sobre Ozempic, el otro remedio milagroso, descifra este fenómeno social.

El efecto es innegable. Esta nueva clase de medicamentos, originalmente conocidos como antidiabéticos, en realidad ayuda a las personas obesas a perder peso, y de una manera espectacular. Hoy en día todo el mundo habla de Ozempic, Wegovy y Mounjaro, frutos de diversas especulaciones, sobre todo financieras, con un volumen de negocio de unos 20.000 millones de euros en todo el mundo. Los tres medicamentos permiten perder peso sin esfuerzo, sin más dietas restrictivas. Mientras los estadounidenses se pelean por estos nuevos tratamientos, Francia pretende facilitar y regular el acceso a ellos. Fabrice Delaye, periodista suizo especializado en ciencia, ha escrito una investigación en clave de novela policiaca: "Ozempic, la revolución de la obesidad" (Ed. Odile Jacob).

Ozempic, Wegovy y Mounjaro: ¿Moléculas milagrosas o no? ¿Cómo funciona?

Los tres medicamentos, Ozempic, Wegovy y Mounjaro, ofrecen la misma molécula: GLP-1, un análogo del receptor del péptido similar al glucagón-1. Una hormona que producimos en nuestro intestino después de comer, que envía un mensaje al páncreas para producir insulina. Esta hormona trata a los diabéticos que ya no producen insulina y ha sido reposicionada para las personas obesas, porque los investigadores entendieron que envía una señal de saciedad al cerebro. Como la vida útil de esta molécula es demasiado corta para circular al cerebro, fue necesario encontrar una forma de prolongar su efecto para garantizar su aspecto supresor del apetito.

¿Está comprobada la pérdida de peso?

Dado que el medicamento actúa sobre la pérdida del apetito, actúa muy rápidamente. La pérdida de peso media es del 15% después de unas semanas de tratamiento: decenas de kilos sin esfuerzo. Este medicamento puede abordar un importante problema de salud pública mundial: hay más de mil millones de personas obesas en el mundo. Así que, obviamente, la receta es para personas con obesidad mórbida, no para estrellas estadounidenses que quieren perder 3 kilos. En Estados Unidos hay prisa, en todas partes hay que poner las cosas en orden.

En su libro aborda también la cuestión de los efectos no deseados que puede provocar esta moda. ¿Tenemos alguna perspectiva?

Las primeras moléculas de Ozempic se comercializaron en 2005 para diabéticos y contamos con 20 años de experiencia. Así que sí, como cualquier medicamento, hay efectos secundarios, incluidos problemas gastrointestinales más o menos incómodos. Se han descrito algunos casos de pancreatitis en diabéticos, siendo esta afección relativamente común. En 2008 se informaron casos de cáncer de tiroides en ratones de laboratorio, pero rara vez ocurren en humanos.

En Francia, el acceso a este medicamento es complicado: sólo los médicos especialistas pueden recetarlo en determinadas condiciones. Sin embargo, el gobierno francés pretende ahora ampliar la posibilidad de prescripción a los médicos generalistas. ¿Buena idea?

En Suiza, donde vivo, fuimos uno de los primeros países en reembolsar. Sí, es una buena idea, pero hay que regular la prescripción. Las personas obesas se encuentran debilitadas psicológicamente por numerosos fracasos ligados a dietas sucesivas. En Suiza hemos implementado un reembolso a lo largo de tres años, durante los cuales los médicos prescriptores deben supervisar la terapia con el apoyo de equipos multidisciplinarios. Si la gente pierde 30 kilos, le ayudamos a cambiar sus comportamientos de forma sostenible, a estabilizarse: alimentación sana, actividad física adaptada.

“El precio no es despreciable, el tratamiento cuesta entre 200 y 300 euros al mes…”

¿Podrían prescribirse estos medicamentos de por vida?

El precio no es despreciable, el tratamiento cuesta entre 200 y 300 euros al mes. Ya hemos experimentado tensiones de suministro de estos medicamentos, que inicialmente se prescriben a los diabéticos tipo 2. Sin duda, según la Agencia del Medicamento, estos nuevos fármacos constituyen una herramienta terapéutica interesante para las personas que se encuentran ante una situación de exceso de peso importante. En Francia, la agencia debería autorizar a los médicos generalistas a prescribir en el plazo de un mes. Me gustaría recordarles que casi el 50% de los franceses tienen actualmente sobrepeso o son obesos; El desafío para la salud pública es importante.

¿Cuales son las condiciones?

Es necesario un cambio de comportamiento global y duradero: alimentación saludable, actividad física adecuada y regular. Los últimos estudios epidemiológicos en Estados Unidos realizados sobre un gran número de personas tratadas con estas moléculas muestran un efecto positivo, además de la drástica reducción de peso, sobre varias patologías asociadas: cardiovasculares, renales, hepáticas e incluso el Alzheimer. Sin embargo, puede ser que la pérdida de peso sea la causa de estos efectos secundarios beneficiosos sobre las comorbilidades y por tanto de la molécula, pero de forma indirecta.